«A Limpiar el Mundo» se originó en el puerto de Sydney y partió del éxito de «Clean Up Australia» en 1989, cuando el deportista náutico australiano Ian Kiernan, convenció a un grupo de amigos y seguidores a limpiar la Bahía de Sydney, mostrando los efectos de la polución y otros desórdenes en los océanos del mundo.
En 1993 con el apoyo del Programa Mundial de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), esta campaña fue llevada al ámbito mundial.