Luego de su gran inauguración, poco a poco, el Casino de Mendoza fue cobrando relevancia entre los círculos sociales mendocinos, convirtiéndose en un verdadero lugar de encuentro aún cuando la provincia atravesaba por esos años cambios políticos suscitados por la muerte del gobernador José Néstor Lencinas y la destitución por juicio político del vicegobernador, que derivó en la intervención del Congreso Nacional.
Pese a este impetuoso escenario, Mendoza experimentaba un importante desarrollo y con ello, también el Casino de Mendoza, crecimiento que al igual que en la actualidad, fue volcado en el propio Estado como fuente de ingresos “para aplicarlos a los servicios hospitalarios, de beneficencia y de asistencia pública”. El monto fijado para este fin fue del 20% de las “entradas líquidas” del casino durante el término de la concesión.
El 15 de octubre de 1947 en el gobierno de Juan Domingo Perón, el Casino de Mendoza pasó a depender de Lotería Nacional y Casinos. Cabe señalar que en los años cuarenta, éste arrojaba ganancias para la concesión que lo tenía para que finalmente, el 12 de febrero de 1961 y bajo el gobierno demócrata, el Casino de Mendoza pasó finalmente, a manos de la provincia.