Es fácil hablar de cultura laboral, pero difícil de aplicar en la vida real. La rutina diaria puede hacer que un negocio se concentre en la productividad a corto plazo olvidando que sus empleados son seres humanos. Tener un ambiente de trabajo positivo puede hacer que un equipo sea más feliz, algo que, a cambio, impulsará los resultados de cualquier compañía.
Al final del día, el pequeño trabajo extra que se le puede sacar a un empleado que está sobrecargado de responsabilidades palidece con lo que se pierde cuando los mejores trabajadores deciden renunciar.
Aquí hay cuatro lecciones sobre cómo crear una cultura laboral sana y productiva en tu empresa:
- Aprende a comunicarte
La columna vertebral de las relaciones, profesionales o personales, es la comunicación. Los empleados trabajan mejor cuando reciben retroalimentación constructiva y cuando sus directores son claros y honestos sobre qué esperan de ellos.
Uno de los primeros cambios que hice en mi empresa fue la manera en la que nos comunicábamos. Antes teníamos que programar juntas o llamar a las personas con las que teníamos que hablar. Hoy usamos Slack, una aplicación de comunicación que organiza las conversaciones en grupos sin causar distracciones.
- Encontrá a personas que sean diferentes a vos
Necesitas encontrar a individuos con habilidades complementarias para poder armar un buen equipo de trabajo. Sin embargo, hay que recordar que con habilidades diferentes vienen personalidades distintas. Tu trabajo es crear vías de comunicación y un ambiente de trabajo que no sólo permita que estas diferentes personalidades convivan, sino que florezcan.
Algunos expertos recomiendan contratar a personas con formas de pensamiento similares, sin embargo, eso puede convertirse en una debilidad. Es mejor sentirse cómodo trabajando con diferentes tipos de personas para apreciar sus fortalezas.
- Sé vulnerable
Nadie lo sabe todo. Es por eso que es importante tener un equipo fuerte que te sostenga. Pensá que estás adquiriendo experiencia cuando sientas que estás en una situación que no manejas al 100 por ciento. Apoyarse en el equipo para llenar las deficiencias y salir adelante. Verás que eso te prepara y fortalece para los tiempos difíciles.
- Escuchar a los empleados
Mira a tu alrededor. El mentor perfecto en este crecimiento de experiencia está frente a vos. Escuchá y aprendé de tus empleados, ellos saben bien cómo funciona todo y qué es lo que hace falta para que el trabajo sea un éxito.
Involucrar al equipo en las decisiones que le afecten directamente es importante, ya que participar de estos procesos los puede entusiasmar. Trabajarán más duro y harán más cosas. A veces ser líder significa encontrar la fuerza y el coraje para seguir a alguien más.